Poblado Twa, Rugerero, Ruanda (2011)
(Izquierda) Cocción de vasijas a fuego directo, (derecha) Grandes vasijas cocidas a fuego fuerte frente al Local de Cerámica de Rugerero, foto de Jean Bosco Musana
Los Twa son un pueblo pigmeo; originalmente habitaron la región de los Grandes Lagos de África Central.
Conmovidos por su talento, energía y situación desesperada, Barefoot Artists comenzó a brindar apoyo a los Twa en 2009 a través de un proyecto de cría de cabras. Al comienzo, se entregó cabras solo a la mitad de las familias del poblado.
Las cabras se multiplicaron. A los pocos meses, las familias restantes también recibieron cabras. De este modo, nadie vendía ni comía a las cabras por una ganancia a corto plazo. Este fue el primer paso para organizar la comunidad y alentarlos a pensar en su futuro y en el modo de producir bienes.
El pueblo Twa se encuentra disperso por toda la región. La mayoría de ellos se dedica a la cerámica para ganarse la vida. Debido a la falta de recursos, cocían sus vasijas del modo más primitivo –con varias ramas de árboles al aire libre. Sus productos se vendían por monedas. Solicitaron ayuda para construir un taller de arte donde pudieran mostrar y ofrecer mejor su trabajo y a un mejor precio.
Barefoot Artists organizó una serie de talleres en donde se alentó a hombres, mujeres y niños a diseñar el taller de arte. A través de este proceso, el sueño de un taller de arte se amplió al deseo de un centro de arte comunitario, donde hubiera un área de trabajo común, un horno grande, un depósito, un salón de exposiciones, una ducha, y un baño en un recinto espacioso.
En respuesta a su pedido, Barefoot Artists adquirió un terreno para ellos, donde pudieran construir el centro de arte comunitario. Sería un lugar donde toda la comunidad podría trabajar junta y hornear la cerámica en un horno comunitario bien construido. La comunidad movilizó hombres, mujeres y niños para construir su centro de arte. La artista Lily Yeh los guio en la pintura mural y mosaiquismo. La belleza y singularidad del nuevo centro de arte ahora atrae visitantes. Los Twa actualmente producen vajilla de alta calidad y la venden a un precio cuatro veces mayor al que vendían anteriormente sus productos.
La alimentación insuficiente ha sido un problema constante en los Twa. Aunque son buenos agricultores, no poseen terrenos. Se ofrecían para cultivar los terrenos de otros. Durante nuestra visita en 2010, Barefoot Artists consiguió adquirir un terreno cultivable para los Twa. Ahora cuentan con mayor autosuficiencia en lo que respecta a su provisión de alimentos.
Los Twa son bailarines natos. De inmediato expresan sus emociones a través de la danza y el canto. Con frecuencia, durante nuestros talleres, comenzaban a danzar y cantar espontáneamente. Cuando están alegres danzan con inmensa energía y entrega.
En la primavera de 2011, Barefoot Artists colaboró con el Centro para las Artes del Cuidado de la Salud de la Universidad de Florida para brindar a los Twa capacitación, vestuario e instrumentos musicales que los ayudaran a establecerse como artistas profesionales. Los cuarenta y pico integrantes denominaron a su compañía “Amahoro Dance Troupe”. Amahoro significa paz en Kinyarwande, el idioma de Ruanda. La compañía brindó su primer concierto profesional en el Foro Internacional de Artes y Salud de África oriental central en Kigali el 13 de mayo de 2011. Para muchos de los músicos y bailarines, el viaje de cuatro horas hasta Kigali fue su primer viaje en un vehículo a motor. ¡Qué gran hito en sus vidas!
“Se nota un gran cambio en la actitud hacia ellos mismos y su sentido de futuro. Ahora tienen esperanza y siente orgullo,” comentaba Jean Bosco Musana, Coordinador del Programa de Barefoot Artists en Ruanda.
Los Twa se encuentran en el estrato social más bajo de Ruanda. Viven en casas de adobe construidas con sus propias manos. Se les ha negado el acceso a los recursos durante generaciones y por ello trabajaron la tierra y se convirtieron en maravillosos ceramistas. No tenían dinero para adquirir madera, y por eso utilizaban cualquier material vegetal que podían recolectar, principalmente hojas y ramas, para cocer sus cerámicas. Vivían en extrema pobreza ya que sus artesanías se vendían por monedas.
Yeh les muestra una imagen de un contenedor de agua que podría volverse popular en el mercado ya que la mayoría de los hogares no cuentan con agua potable.
Dándonos las manos, celebramos la adquisición del terreno, que pertenece a los pobladores Twa. En el centro está Jean Bosco Musana, nuestro coordinador de programa. Le estamos profundamente agradecidos por su sabiduría y guía.
Las mujeres son ponderosas. Trabajan tan duro como los hombres. Muchos cargan sus bebés en sus espaldas mientras transportan rocas o emparejan la tierra “Cuánta felicidad. Esto es todo para nosotros”.
Los pobladores han trabajado duro para limpiar el terreno. ¿Qué vamos a construir? Tuvimos talleres de diseño comunitario. Dividimos a los pobladores en tres grupos: hombres, mujeres, y niños. Cada grupo tuvo la misma oportunidad para expresar sus deseos.
Los hombres Twa, el grupo dominante del poblado llevaron su modelo 3-D del complejo de arte a la reunión comunitaria. En primer plano, el amplio espacio para trabajo comunitario incluía un gran horno a leña.
El taller de Cerámica Rugerero finalizado, no es perfecto el trabajo en mosaico y otros detalles pero es exultante y único en su diseño y belleza.
Celebrando la entrega del Taller de Cerámica Twa de Rugerero, los bailarines danzaron el tradicional baile de caza.